Aves






La Calandria común.
La Calandria, Mimus saturninus, es de color gris, la garganta y el pecho blancuzco, el abdomen ocráceo, tine alas cortas, un larga ceja blanca y la timonera de la cola son blancas. Habita en casi todo el país y una de las razones por la que esta especie no está en peligro de extinción, se debe a que la sabia naturaleza no la hizomtan bonita como el churrinche o el cardenal.
El gran naturalista y pionero de la ornitología en el país, Don Guillermo E, Hudson no escatimó elogios cuando se refería a esta familia, los mimus, este primer nombre nos habla de su gran poder de imitación del canto de otras aves que comparten su hábitat, además de tener un repertorio peropio. En cuanto a imitar la calandria compun parece no tener límites, pués en la facultad de Veterinaria el doctor Juan Claver y el ing. agr. Norberto Montaldo, grabaron a esta especie imitando el relincho de un caballo.
La calandria ataca atodo lo que pasa cerca de su nido en época de nidificación













El Churrinche.
Brasita de fuego.
Pyrocephalus rubinus.
El primer nombre científico en griego significa cabeza de color de fuego. Su segundo nombre en latín alude claramente al rojo impresionante de la zona ventral. Es un ave que mide 13 cm. Este hermoso pájaro se ha salvado del cautiverio por su condición de insectívoro. La gran mayoría de los componentes de esta familia, tyrannidae, se alimentan de insectos que cazan en el aire.
El llamativo color rojo del macho le valió el nombre de "brasita" o "bola de fuego". El nombre de "churrinche" es una onomatopeya de su canto. En esta especie hay un marcado dimorfismo sexual. La hembra y los jóvenes son de coloración más modesta, pardo grisáceos con el pecho jaspeado. El churrinche es uno de los visitantes estivales como la tijereta, el suirirí real, etc. que alegran la cuidad de B.A. cuando lo riesgos climáticos se alejan, en búsqueda de su alimento.
Según  una leyenda, un cacique que fue herido por los conquistadores, prefirió abrirse el pecho con un cuchillo antes de  caer dominado y, ensangrentado, se alejó volando, convertido en churrinche.








El Hornero.
Furnarius rufus.
Familia furnariidae
El Ave Nacional.
18 cm.
En el año 1928 a instancias del diario La Razón se votó en todas las escuelas de nivel primario para elegir el ave que mejor representara  a la Argentina. La sensibilidad y el amor por la libertad hizo inclinar a los niños de ese entoces por el hornero, ejemplo de laboriosidad en la construcción de su inigualable nido de barro. Sin duda esta cualidad lo hace destacable, pese a que su plumaje es poco vistoso. El hornero habita en casi todo el país y por lo tanto tiene varios nombres comunes: caserito, hornillero, albañil, alonsito por Alonso García, un habitante del Chaco Paraguayo, del que según cuenta la leyenda construyó su casa imitando al hornero, etc.
Suele andar en pareja, caminando elegantemente, (el hornero es un exelente caminador) cuando busca su alimento, que consiste en todo tipo de insectos, generalmente anda en pareja y es muy notable su estridente canto cuando marca su territorio posado al lado de su nido.






La Torcacita.
Columbina picui.
Familia columbidae.
Su segundo nombre científico alude claramente a su pequñez. Mie solo 16 cm.
A pesar de ser granívora, su presencia en los parque, donde hay mas alimento pra ellas, es escasa? posiblemente sea porque debe compartir el espacio y el alimento con la paloma común, especie exótica, introducida en el país, que tiene un comportamiento invasivo y agresivo hacia las especiea más pequeñas.
La torcacita es, de nuestras palomas autóctonas una de las tres que habitan en casi todo el país, siendo su distribución geográfica, desde el norte hasta Chubut. En esta especie hay un pequeño dimorfismo sexual, la hembra es un poco más chica y no tiene en su cabeza el acolor azulino del macho. Como todas las palomas tiene las patas rojizas.
Según la zona se la conoce como: tortolita, picuí, palomita de la virgen ,etc.
Una leyenda en un libro de Carlos villafuerte: la torcacita lleva al paraíso las almas de los inocentes y con frecuencia visita a los ángeles y juega con ellos.
"Dios le pintó el celeste de la cabeza con un pedazo del cielo, por ser tan mansita"